La ecología radical, calificada como religión ecolólica por científicos serios y renombrados, desencadenó una psicosis ambientalista.
Con el pretexto de salvar a la naturaleza, viola gravemente el derecho a la propiedad, cercena la producción agropecuaria e impone límites al legítimo progreso económico de todas las camadas de la población.
Este libro muestra que, toda discusión sobre el ambientalismo —aparentemente de orden puramente técnico—, está apuntando a ganar objetivos económicos, sociales y ambientales supuestamente benéficos, más, en cambio, tiene un realidad un perfil profundamente ideológico.
Descargue el libro AQUÍ.